Aunque no sorprende no deja de ser noticia que el gurú del software libre, Richard Stallman acusara esta semana a Miguel de Icaza de traidor.
Miguel de Icaza "es esencialmente un traidor a la comunidad de software libre", dijo Stallman durante la celebración del Día por la Libertad del Software celebrado esta semana en la ciudad de Boston.
Miguel de Icaza alcanzó fama internacional al dirigir el proyecto Gnome, que tanto aportó al mejoramiento de la imagen de Linux y así a su difusión. Sin embargo, la mayor polémica se generó al iniciar el proyecto MONO que pretende emular y poner a disposición de la comunidad de software libre la plataforma .NET de la empresa Microsoft.
Aún cuando comenzó a dar sus primeros pasos ya levantaba polémica pero en días recientes luego de varios éxitos significativos y de la aparición de proyectos abiertos de Microsoft que apoyaban la inclusión de MONO como parte de Visual Studio 2010 se desataron las pasiones. Incluso Stallman llegó a llamar a desechar todo proyecto hecho en C# y eso incluye a MONO.
La polémica parte de una diferencia esencial. Para muchos en la comunidad de software libre la opción de Linux es muy superior a la que ofrece el gigante de Redmond. Para otros, como parece ser el caso de Icaza, aún falta mucho por alcanzar. Trabajar para allanar el camino es sensato y válido.
Ya lo he dicho antes en este blog. La lucha por los estándares abierto y por el software libre aporta y aportará al desarrollo general del software pero en buena medida los estándares del futuro vendrán de las grandes empresas por presión y acuerdo con los gobiernos y la comunidad.
Este parece ser el camino que ha emprendido el mexicano Miguel de Icaza, pero los intolerantes a Microsoft y todo lo que ella significa no le perdonarán nunca.
Como respuesta Icaza dijo en su blog que "Dios ama a todas las criaturas y que eso incluye a Stallman". Agregó que está dispuesto a discutir y que Stallman siempre le podrá escribir para resolver sus diferencias. Quizás esta es la solución aunque el comentario no deje de parecer cínico.